Anuncias tu embarazo y sin darte siquiera tiempo a disfrutar de la noticia, ya está algún agorero con el cuento: pues olvídate de dormir, olvídate de ir a restaurantes, olvídate de viajar… Nunca una mentira ha resultado tan creíble. Tener un hijo te altera las rutinas, sí, pero seguir viviendo y disfrutando del ocio no es más que una cuestión de amoldarse a la situación y tratar de integrar al nuevo miembro de la familia en las actividades, en cuantas más mejor. Los primeros seres humanos eran nómadas, lo que significa que viajaban constantemente, de acá para allá, porque ni siquiera tenían casa. Y lo que es peor ¡iban andando!…